miércoles, noviembre 29, 2006

9 RAZONES PARA LEER LIBRA

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1) 8 de cada 10 conspiranoicos recomiendan leerla en programa doble con la película JFK de Oliver Stone, los otros dos recomiendan leer el informe Garrison… y la novela.
2) A su autor, Don DeLillo, le mola mucho Thomas Pynchon, (escribe muy bien sobre él) lo que significa que es un alumno aplicado. Pero lo es en el sentido que Martin Scorsese fue un niño que miraba por la ventana a los mafiosos: hiperactivo paranoide con una narrativa de la que chupan otros vampiros de los años 90 y prácticamente todo escritor con coniencia de novelón nacido en los USA.
3) Bret Easton Ellis (uno de los vampiros de los años 90) dice que DeLillo es el segundo gran escritor norteamericano, pisándole los pies a Philip Roth. Cuando se publicó Superviviente (de Chuck Palahniuk) Easton Ellis dijo “es posible que nuestra generación haya encontrado a nuestro Don DeLillo”. Esto significa que Libra es posiblemente el prólogo a muchos de los grandes momentos de ese otro Lee Harvey Oswald de Wall Street que fue Patrick Bateman, pero también que todo Palahniuk nace del italoamericano: su estilo narrativo de frase es extenuado y ahogado por Chuckie, pero ¡esperad! Antes estuvo él.
4) Los apuestos futuros teóricos de lo posmoderno pueden quedarse con esta sentencia pronunciada astutamente en una crítica de la revista Quimera: si Don DeLillo hubiese nacido en Francia y fuese filósofo su nombre hubiera sido Jean Baudrillard.
5) Empieza en el Bronx: “los siete segundos que partieron la columna vertebral del siglo americano”. “Se montaba en el metro por el sólo gusto de viajar. El ruido tenía una potencia y una fuerza humanas. La oscuridad llevaba un poder dentro de sí. Se plantaba en la parte delantera del primer vagón con las manos extendidas contra el cristal. La vista que contemplaba vía adelante era una forma de poder. Era un secreto y un poder. Las vigas destacaban cosas secretas. El ruido se clavaba en una furia que él situaba en su mente, una satisfactoria oleada de furia y dolor.”
6) “Aunque aún tiene que escribir una obra tan prodigiosa como El arco iris de gravedad o tan sensacional como An American Dream, Don DeLillo, con nueve novelas en su haber, ha desbancado tanto a Pynchon como a Mailer del puesto de chamán en jefe de la escuela paranoica de la ficción norteamericana. Desde sus comienzos como urdidor de fantasías, ha evolucionado furtivamente hacia el realismo sin perder por ello una visión tenebrosa, y en ocasiones profética, de conspiraciones y correspondencias misteriosas, así como de una tecnología enloquecida” Lo dijo Robert Towers en su New York Book Review, 1988, pero está claro que deben, han de llevarle la contraria.
7) Buscadores insaciables de la cultura popular: esta es su novela, su tesoro. ¡El protagonista es Lee Harvey Oswald! Y por ende el asesinato de JFK o el momento en que cambió la historia (de los USA, del mundo quizá). Su muerte puede entenderse como un corte por la mitad de la bandera de las estrellas. Si en algo es poderosa esta novela es en su fuerza icónica: empieza hablándonos de forma hiperrealista y aceleradísima de un Oswald, niño, que recibe piedras, que va de un lado a otro. La imagen, el mito, ¿el hombre? Sí, esto es ficción.
8) La pregunta del millón: ¿Qué es lo que verdareamente motivó a Oswald a disparar al presidente? Tiene una respuesta, aunque ello sean más preguntas.
9) - INFORMACIÓN CONFIDENCIAL -

lunes, noviembre 27, 2006

MONDAY STORIES

¿Harto de leer por enésima vez hablar de la novísima “promesa literaria”? No se agobie más: aquí encontrara dos relatos con garantías para el lector, y dos promesas que no hacen falta que nos prometan nada: llevan ya cosas demostradas.

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(Memphis - William Eggleston)

Érase una(s) fábula(s).
- Fábulas: Mateo / Tiro Libre, pdf -
Javier Moreno es la clase de escritor que podemos situar dentro del posmodernismo literario pero hay más, mucho más: es veloz, divertido, ágil, irónico y sobretodo muy inteligente. Una sensación indescriptible, de sonrisa permanente, de detección de inteligencia, que no tiene nada que ver con un tour de force gratuito: sus dos fábulas (Mateo / Tiro Libre) son dos ejemplos perfectos de cómo hay que ser un crack en esto de la short story sin pedir a alaridos etiquetas y valiéndose sólo de un bendito estilo que se intuye también a cada palabra que leemos. Detrás de un envoltorio sobrecargado de una poderosa distancia irónica hay también una excelente sensibilidad para hablarnos del aquí y del ahora, y claro está, la esencia pura de la fábula, de vocación y alma posmoderna.
“Antes los sueños eran distintos. Es culpa del cine. Ahora los sueños tienen historia, por ejemplo. Ahora los sueños, además tienen varias cámaras.”

Sombras, nada más.
- Brumas, pdf -
Mauricio Salvador es un antagonista de Javier Moreno en términos estilísticos, pero como aquél su lectura es más que recomendable y ofrece una sapientísima experiencia para los lectores. ¿Cómo lo hace? Transmutando, buscando, perfeccionando, y sobretodo emocionando sin dobles morales o trucajes ya gastados. .


El error más común es querer ser Carver y olvidarse de la voz propia: Tobias Wolff en Vieja Escuela lo describía muy bien, cuando su protagonista convierte otra historia en la suya sólo porqué se ve reflejada en ella y esto es la síntesis más clara del cuentista principiante.
Afortunadamente no estamos ante uno de esos errores sino ante una de las historias más emotivas que podemos echarnos a la cara y con eso que justamente podemos encontrar al leer a Lorrie Moore: sinceridad. Y sin recurrir a la lágrima fácil, buscando un lirismo en la frase sencilla que me parece sensacional.
Sólo con este inicio debería ser de lectura obligatoria:

“En aquellos tiempos mi padre sentía la vida como una especie de aislamiento interplanetario, como si alguien lo hubiera metido a la fuerza en una nave espacial y lanzado hacia un lugar desconocido al que mi madre habría llegado para echarlo a perder. “

domingo, noviembre 26, 2006

¿FÓRMULA AGOTADA?

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[...] De hecho, creo que el dibujo "hiperrealista" (y no me refiero a Romita, que no lo era) es una de las razones (la otra es el tipo de guión) de por qué los SH de ahora mismo no funcionan.

Como me decía el otro día un amigo, por influencia del posmodernismo, en los SH de ahora (Ultimates es un buen modelo de ellos) TODO está expresado en la página, todo está acotado, todo significa exactamente lo que EXPLÍCITAMENTE se dice que significa, en guión y en dibujo, hasta la última coma de significado. Ni el guión ni el dibujo actual deja espacio mental alguno a la imaginación, al símbolo, al significado implícito, a pensar sobre las motivaciones del personaje -porque se explican enteramente-, a la aventura que hay "detrás" o "enmedio" de la aventura que leemos: todo está explicado.

Otro amigo (a este le conoces, Juanjo) me dijo una vez que cuando volvió a leerse de mayor, hace un par de años, los 4F de Byrne (que eran SH clásicos, género auténtico, no posmoderno), que le encantaban de pequeño, se quedó estupefacto al constatar lo "poco" que sucedía en ellos. "No lo entiendo. Yo recordaba mucho más, muchas más aventuras, como si sucediera mucho más en esos tebeos", me dijo. No creo que fuese sólo la memoria la que le traicionaba. Es que los SH clásicos funcionaban así. Se sugería mucho más de lo que se podía leer en ellos. Los personajes tenían una vida "por detrás" que nunca veíamos, pero que nos encantaba imaginar. Sus motivaciones tampoco estaban claras hasta la última coma, ni mucho menos. Eran una especie de constructos o máquinas poco inteligibles para el lector y desde luego ambiguas por defecto (por ocultación de su "vida real"), que cumplían una función en la historia sin que se nos desvelase mucho sobre su psicología o motivaciones. No se cuestionaban a sí mismos porque no eran personas realistas, sólo cumplían una función en un tipo de relato -el de SH- muy concreto.

Hace poco, Álvaro abogaba por el "cuestionamiento de las motivaciones" del SH, por el "cuestionamiento de la tarea del héroe" para hacer adulto al SH. No sé si adulto o no, lo que sé es que eso ya no es SH clásicos, sino SH posmodernos (los que van desde Moore a Ultimates), y sé porque veo donde está el género que eso es un callejón sin salida. En los SH posmodernos, al contrario que los clásicos, el espacio mental se cierra y todo significa EXACTAMENTE lo que se nos explica en la página: es un volver sobre el personaje clásico para diseccionarlo y "comprenderlo", empezando por su origen "real" y "científico" ("La lección de anatomía" de La Cosa del Pantano, el episodio de Watchmen donde se explica el origen de Manhattan/Atom, los que escribió Moore sobre Miracleman explicándolo de pe a pa; los ULTIMATES de Millar donde se explica el origen exacto y político-científico de Los Vengadores) hasta sus motivaciones psicológicas más profunda : ¿cuál es exactamente la ideología del Capitán América? Porque en el Capi de Kirby no estaba, su Capi era un constructo imparable que combatía el mal y defendía la libertad sin "cuestionarse su tarea"; pero tranquilos, que Millar ya nos explica la ideología y psicología del Capi con pelos y señales en ULTIMATES: el Capi es un carca y conservador, que no quiere ver mujeres desnudas en un espectáculo, que no entiende la vida moderna, incluso que puede llorar por un ataque de cuernos. EL CAPI TAMBIÉN PUEDE LLORAR. ¿Qué pasa con esto? Pues que la pregunta es ¿a quién le interesa de verdad saber cómo piensa alguien que lleva capucha, escudo y calzones por encima del pantalón? Como decía Kyle Baker, si quiero leer un tebeo de Superman, quiero verle volar y hacer cosas increíbles, no quiero ver a Clark Kent hablando tooodo el rato y llamando "Hal" a su amigo Linterna Verde, mientras éste le confiesa a "Clark" sus problemas sentimentales o las dudas sobre su tarea como héroe.

A mi juicio, el problema es que con el tratamiento posmoderno terminas vaciando de contenido al SH. Si lo explicas demasiado (en guión y en dibujo), y demasiado realista, no sólo no es más verosímil sino al contrario, mucho más inverosímil, sino que pierda la gracia y lo que permitía hacer funcionar al SH. Lo que hizo Moore sólo se puede hacer una vez, pero no puedes seguir repitiéndolo hasta el aburrimiento: porque lo que hizo es ya posgénero, la autopsia del género original muerto, que se disecciona hasta el absurdo para enseñarnos sus entrañas y mecanismos. ¿Quieres darle una motivación psicológica real y razonada hasta el último detalle a Batman? El resultado es BATMAN BEGINS, que no funciona desde su minuto diez.

Personalmente, estoy muy cansado del género posmoderno: ULTIMATES es aburridísimo, y eso sin entrar ahora en las asquerosas ideas políticas que su guionista "de izquierdas", Millar, cuela de rondón en sus argumentos con tal de servir a su santo patrón, el becerro de oro que para él es la Marvel americana: es impresionante lo que un escocés cateto como él puede llegar a pensar que le "gustará" políticamente al público estadounidense; según él, todos deben ser unos "patriotas" descerebrados. Estos SH que se hacen ahora (Strazynski también tiende a explicarlo TODO) no me interesan nada, es un tostonazo, y me gustaría una vuelta al género "clásico", no digo retro, pero sí género no-posmoderno, género sin autoconsciencia ni reflexiones sobre los mecanismos de su funcionamiento. Miller lo ha hecho en DK2, rehuir expresamente lo posmoderno, con esa gozosa celebración del género clásico de SH, aunque actualizado a 2002, y ya me gustaría que muchos otros autores siguieran derroteros parecidos.

Esto me ha respondido Pepo (Pérez) en un post sobre "la estética de lo inverosímil" y al final regala una muy estimable reflexión del estado actual del género de los SH. Ah, yo amo la reinvención Ultimate pero contrastar siempre es sano. Ahora es su turno señores.

viernes, noviembre 24, 2006

UNA DE TUBOS: "THESE DAYS"


A) La película me parece más redonda en cada revisión.
B) Gwyneth Paltrow, Margot, crece en el recuerdo.Luego no digan que no les avisé.
C) Todos nos sentimos Richie Tenenbaum (es la definición de manual de personaje universal) aunque sepamos que Richie Tenembaum nunca va a ser como todos nosotros.

jueves, noviembre 23, 2006

TODOS LOS HOMBRES, TODOS NOSOTROS (I): SOBRE "ELEGÍA"

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Cortesías

"¿Por qué debería desconfiar de su vida cuando era dueño y señor de ella como nunca en años? ¿Por qué se imaginaba al borde de la extinción cuando, si lo pensaba con calma y franqueza, solo podía concluir que tenía por delante muchos más años pletóricos de energía? Aun así, era lo que le sucedía todas las noches durante su paseo junto al mar bajo las estrellas. no era nada aparatoso, ni deforme, ni excesivo en ningún sentido. ¿Por qué entonces, a su edad, debían acosarle pensamientos sobre la muerte?"

Al final de El oficio: el escritor, sus colegas y sus obras (Shop Talk, 2001) Philip Roth homenajea a su maestro con un repaso preciso y exacto a la obra de Saul Bellow, sin rastro alguno de perezosa y fácil nostalgia o sentimientos por lo que ha sido y será su eterno mentor.

Y Everyman podría ser la última y definitiva palabra (ficticia) de Roth sobre la obra de Bellow. Ahora que el otro ya no está entre nosotros, Roth busca como llegar a la novela puramente bellowiana reescribiendo con atención Seize the day y empezando desde la escena misma del entierro como un pálido reflejo del desconcierto el día del entierro del premio Nobel de literatura.
La novela es con una simpleza quizá muy sorprendente para muchos en tiempos de retos estructurales, un regreso también a los temas cien por cien rothianos. A la infancia, a los recuerdos. A Patrimonio: una historia verdadera. Enlazar escenas, pintándolas, dando saltos por una vida de un hombre mediocre. Pero el hombre mediocre de Roth nunca va a ser
el homo americanus triste de Ford, por lo que no nos llevemos a la confusión: el hombre mediocre de Roth es un fracasado consciente de serlo, un hombre que sabe que tiene miedo, que adquiere una conciencia moral acerca de las cosas (la literatura norteamericana tiene mucho de geográfico: de los judíos y sus problemas de moral a los anónimos lugareños de sitios invisibles como Ohio, Wisconsin, etc..)

Desde el principio de esta novela sobre el final el lector sufre una regresión. Imaginaria o quizá adaptándola a su propia biografía, está el retorno a aquella sensación de vida extrema, de miedo extenuante ante la cercanía de la muerte. Y Roth encuentra su poética, su negritud y su clarividencia en la escena del niño en el hospital temeroso a que, ante la desaparición de su bulto, de que morirá. Un miedo primario, inherente al ser humano incapaz de aceptar su condición en más de una ocasión.


(To be continued)

martes, noviembre 21, 2006

THE DIRECTOR

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Se nos ha ido uno de los grandes. Uno de los más irregulares pero también más geniales del cine en las últimas décadas.: brilló como nunca contando historias corales, dispersando su narrador en múltiples personajes. Y dispersando su genio en otros talentos llegados y por llegar, abriendo nuevas puertas.

Robert Altman (1925-2006).

Plus.: Homenaje de Refo (+Altman recibe el Oscar honorífico) / El casi obligatorio post de adiós a Robert Altman / The losing card I'll someday lay.

lunes, noviembre 20, 2006

SCORSESE AL LÍMITE

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El gran debate de los cinema-blogs últimamente es The Departed.: A favor o en contra. En contra, en contra, hay pocas opiniones pero las hay. Y a favor hay un consenso mayor. Yo estoy en contra pero con reservas.

Quiero decir: que no se trata esto de del anunciar el apocalipsis llega para los seguidores de Martin. No hombre no, yo creo que lo ha explicado muy bien
Portnoy. En resumidas cuentas, la excelente Infernal Affairs era una película sobre el simulacro y por lo tanto estaba caracterizada por una excelente sincronía rítmica que al final, con su cita de Buda y todo, se revelaba en una estupenda fábula moral sobre la identidad. Es cierto que Scorsese ha reflexionado en incontables ocasiones y con muy buenos resultados sobre la forja de identidad del pueblo estadounidense, pero no es menos cierto que The Departed no funciona por cuestiones temáticas (bueno, y también por Leonardo DiCaprio que no es ni un 2% del carisma de Tony Leung... ¿por qué siempre ignoran a ese grandísimo actor que es Eric Bana? por dios).

Me pregunto, yo, porqué absolutamente todos los que están a favor (desde la crítica cinéfila seria hasta mis respetados compañeros bloggers) se encomiendan al ver la película a los dos films-tótems de la filmografía del italoamericano.: Malas Calles y Uno de los nuestros. Tiene un elemento interesante el de este culto: supone el ejercicio de análisis de la obra de uno de los mejores cineastas norteamericanos de la época moderna del cine (surgido y empujado tras Easy Rider) con ecos de rito conmovedores. Quiero decir: es obvio que la filmografía de los autores cinematográficos hay unas constantes temáticas pero en la película escrita por William Monahan no las hay lo suficientemente engranadas como para remitirse a esas obras. Para ser más exactos: Scorsese hace suyo el producto en la medida que introduce sus piruetas estructurales, lo baña todo de exceso y grandiosa selección de canciones, Jack Nicholson, pero no es capaz de introducir con gracia esa reflexión moral pos11S que él y los demás predican ni mucho menos su discurso sobre salvación-culpa (el otro gran problema es que la historia tampoco se lo permite). O si lo prefieren: no soy capaz de ver todos esos elementos. El fracaso artístico se hace más evidente en su guión que fusiona a tres personajes pero sin embargo no tiene rubor alguno en inflamar la narración sin aportar algo más que el personaje de Mark Wahlberg. En pocas palabras: no es el peor Scorsese porqué hay mafiosos, hay diversión, es una película que mola pero no pasa de allí.

El mismo Portnoy comentaba que había hecho Scorsese más suyo El cabo del miedo. Pero a mi me sorprende más la facilidad con la que se olvida una verdadera revisitación a Malas Calles o, obviously, Taxi Driver.:Bringing Out The Dead (aquí asesinada como Al Límite). Lo interesante del título español es lo mucho que reincide y bien en su aparente revisitación del hit de DeNiro-Foster. Porqué tomando ese film-dios de su filmografía Scorsese teje su obra mayor y la más arriesgada hasta ahora (en realidad es Gangs of New York, pero los Weinstein la cortaron de pleno y a traición) en la que lleva hasta todos los límites posibles sus temas verdaderos, omnipresentes, como son la culpa y la redención. Filma una historia donde incorpora nuevamente su hábil revisión de las mitologías católicas (junto a su compañero en estas reflexiones, el excelente Paul Schrader) con ese personaje que es Mary que es la única que permite dormir al protagonista.


Con esto no quiero decir que Bringing Out The Dead es mejor que The Departed porqué no es The Departed, sino que ésta si que es una obra que realmente regresaba al puro y grandioso Scorsese del que todo el mundo habla pero que, a su vez, parece ser reducido a una seña de identidad basada en una simple puesta en escena y no todo lo que realmente conlleva.

Tanto en su puesta en escena como en su narrativa la película de 1999 injustamente ignorada por muchos resulta realmente apasionante: todo el viaje desquiciante a la locura y a los infiernos trasladados a las calles de Nueva York, y toda la triste violencia que baña la realidad (mi barrio está lleno de almas) encuentran en su argumento una excusa para llegar hasta sus mejores lugares. Es este un Scorsese arriesgado que nos demuestra que sigue siendo un vigoroso creador y una pieza fundamental, que de bien seguro espero que aproveche este remake para encontrar él mismo un nuevo horizonte en su filmografía y regresar no a repetir formalmente y con mucha gracia logros suyos, sino a volverse a arriesgar con propuestas tan radicales como aquella en las que el realizador encuentre su hueco.

Plus.:
The Departed en la blogosfera
- A favor.: Rosenrod / Max Renn / Refo/ El Séptimo Cielo / Silencio Se Rueda / Donnie / Pepo Pérez/ Javier Moreno / Red Stovall / Chico Viejo / Jeremy Fox / Freddy Voorhees / John Trent.
- En Contra.: Portnoy / Mr. Toldo / Bango / Kuroi Yume.

domingo, noviembre 19, 2006

"LA INMANENCIA: UNA VIDA"

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"Un día el siglo será Deleuziano"
MICHEL FOUCAULT

Gilles Deleuze
¿Qué es un campo trascendental? Se distingue de la experiencia en tanto que él no remite a un objeto ni pertenece á un sujeto (representación empírica). Por esto el campo trascendental se presenta como pura corriente de conciencia a-subjetiva, conciencia pre-reflexiva impersonal, duración cualitativa de la conciencia sin yo. Parecería curioso que lo trascendental se definiera por tales presentaciones inmediatas: hablaremos de empirismo trascendental por oposición a todo lo que implica el mundo del sujeto y del objeto. Hay algo salvaje y potente en tal empirismo trascendental. No es ciertamente el elemento de la sensación (empirismo simple) porque la sensación no es sino un corte en la corriente de conciencia absoluta. Es más bien el paso de una sensación a otra como devenir, como aumento o disminución de potencia (cantidad virtual). Por esto, ¿es necesario definir el campo trascendental como una pura conciencia inmediata, sin objeto, sin yo, en tanto que movimiento que no comienza ni termina? (Aún la concepción spinozista del paso o de la cantidad de potencia es explicada a partir de la conciencia).

Siga leyendo el artículo.

viernes, noviembre 17, 2006

CANCIONES TRISTES PARA PIANO

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Clint Eastwood es un equivalente, a mi parecer, al homo american y es un cineasta enorme en su sencillez. La suya no es una sencillez idiotizante, sino una manera aparentemente muy simple de explicar su visión del mundo que resulta de lo más satisfactoria para todos dado por la honestidad que respira su discursos sin fisuras.

Eastwood ha afirmado reiteradas veces que el jazz es la música realmente americana y a la música más libre del mundo, él supo dedicarle una película tan moderna y tan free como es Bird, aunque tampoco hay que olvidarse de los blues otoñales que resuenan por su filmografía desde la travesía del HonkyTonk Man.

Bajo el amparo de Scorsese, Eastwood dirige Piano Blues una explicación de la historia del blues más basada en la música que en las palabras. Así, él mismo nos hace de conductor con sus entrevistas con Ray Charles, Dave Brubeck o Marcia Ball en las que jalona hábiles preguntas con grandes momentos de gente como Art Tatum que engrandecieron al piano y al blues en particular en su desarrollo.

La fascinación de Eastwood es compartida por mí en este caso y como en su film de 1988 se revela un elemento bastante importante como para acercarse con ventaja a la película: no obstante Eastwood no ha caído plenamente en la jugosa nebulosa nostálgica de unos tiempos en los que el blues era desamor y whiskey, también ha dirigido con un pulso magistral un trabajo cuidadísimo que no esquiva su buena condición de documental en el sentido de que, como toda gran película eastwoodiana, es capaz de narrar muchos hechos de una forma que el espectador se convierta en una suerte de receptor natural de éstas y sepa formarse un pequeño esquema del complejo mundo que rodea al piano blues lleno de virtuosos, sub-estilos y demás, que con un montaje y actuaciones conmovedoras el ex alcalde de Carmel ha sabido reunir con una mesura impecables.

Brilla por su tristeza en este episodio de la serie la actuación del Dr. John en un Nueva Orleans hundido en el recuerdo, claro está el Genius doin’ the mess around y el encuentro con el gran Jay McShann.

jueves, noviembre 16, 2006

"AMÉRICA ES TAAAAAAAAAAN BONITA"

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Hace casi una semana en un programa de libros del Canal 33 un detractor de Orhan Pamuk cayó en un error en el que temo caer frecuentemente: basó su crítica en que Orhan Pamuk nos quiere vender aquí al oriental para todos los públicos, Orhan Pamuk es en realidad muy superficial…. Lo criticaba como intelectual y dejaba al margen completamente la obra en sí misma.

Pequeña Miss Sunshine tiene todos los elementos para ser criticada y vilipendiada por su condición de película indie, premiada en Sundance, que aprovecha quizá el tirón de creadores mucho mejores como Todd Solondz, Wes Anderson y compañía ,que nos quiere parecer de calidad y con su banda sonora presuntamente indie como es Sufjan Stevens, y todos haciéndonos la boca con el oportunismo y etcétera

¿Y la obra en sí? Es obvio que bebe de unas fuentes anteriores que le han allanado el camino estéticamente, pero esta obra no es ni quiere ser Solondz ni Anderson y eso, si, tiene un nombre conocido como prejuicios y nada tiene de análisis o crítica. La comparación, aunque tenga intenciones en apariencia de más peso, sigue siendo en este caso pretendidamente impostada para valorar esta obra.

Michael Arndt, el guionista, parece tener una concepción muy clara del arte que se refleja perfectamente en esta película: un arte que sepa llegar a todos y que cada uno de los espectadores pueda extraer su propia moraleja, su propio elemento, y esto es evidente, bordea la autocomplacencia en incontables ocasiones, pero la película contiene las suficientes capas de gracia como para no ser tildada de ello sólo porqué al público le agrade. SI ustedes no empatizan con esta concepción, está claro que esta no es su película y nadie les obliga a verla y no creo que hagan ningún favor a otros directores que les gusten más. La película divierta y resulta muy tierna, y Steve Carrell (un excelente actor que no debería sorprendernos) logra el reconocimiento del público a través de un rol que reviste de una ternura nada almibarada.

John Ford filmó en su día La Diligencia en un contexto sociopolítico que claramente abogaba para la unión para salir juntos del crack-up y esto no debería ser ningún secreto. Arndt refleja esta vez un contexto muy distinto: la América de Bush que es un lugar dónde no se admiten perdedores (¡¿No querrás ser un fracasado?!) y sinceramente la labor de Dayton y Faris es efectiva ya que aúnan con precisión a un estupendo grupo de actores y ejecutan con brillantez uno de los más complejos y nada facilones cantos a la solidaridad dónde encontramos una certera crítica al egoísmo como hacía tiempo que no veía en el cine y sin que ello tenga absolutamente nada que ver con lo políticamente correcto.


Una película inteligente que encuentra en la aparentemente fácil metáfora de empujar todos una camioneta estropeada, o en la nada casual aparición de Proust y Nietzsche un vehículo para contar sin artificios los peligros de una sociedad dónde sólo se tienen en cuenta a los ganadores, especie profundamente individualista.

miércoles, noviembre 15, 2006

RECOMENDACIONES PARA SAQUEAR TU VIDEOTECA MÁS CERCANA (I)

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Últimamente me ha dado por recuperar una de las grandes series de los noventa que empecé a ver incansablemente durante su edición en vhs justo por dónde dejé su seguimiento exhaustivo.: Expediente X, cuarta temporada. ¡Una temporada excelente! Por si no lo sabían el dueto Glenn Morgan-James Wan, creadores del último cine terrorífico con conciencia de diversión (suyas son las sagas de Saw, Destino Final) vienen de esta serie y no es de extrañar: el panorama del horror de los años noventa estaba algo muerto en cuanto a ideas y se quedó encorsetado en el modelo post-Scream. En este sentido, los creadores de la serie dieron al aficionado un poco de oxigeno con varios de sus brillantes episodios y es ahí dónde debemos enmarcar el excelente Home, una estupenda reformulación del por entonces muy olvidado horror rural en el que Mulder y Scully van al pueblecito de idéntico nombre que el episodio para investigar la extraña muerte de un bebé deformado. No falta absolutamente nada para esta magnífica american gothic para la pequeña pantalla: antiguo cadillac, ataque a ritmo de melodía fifites convertida ahora en irónica canción de muerte, casa abandonada con trampas con sus perversos y mutantes habitantes, y sobretodo divertida analogía entre lo bello (representado por la famílai del Sheriff) y lo feo (representado por los Peacock, refugiados de la Guerra Civil Americana) y su, en el fondo, misma concepción de la comunidad como entorno cerrado al que sobrevivir a lo nuevo.

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También he empezado con la primera temporada de la muy divertida serie Scrubs, una graciosísima comedia de ambiente hospitalario protagonizada por Zach Braff , Sarah Chalke, Ken Jenkins, Donald Faison y el recuperado John C. McGinley (adelantándose con un rol a la House) con un muy agradable sentido del humor surrealista y también lleno de frases memorables (Tu culo es como una pringle) que aprovecha la carencia de risas enlatadas para jugar mucho más con las digresiones imaginativas que nos recuerdan a otros productos de Buena Vista (Lizzie McGuire) o Fox (Ally McBeal). La serie tiene todo el ingrediente para ser apreciada, y la única pega puede venir (pueden pensar los más malpensados en la presencia de Buena Vista) de sus moralinas con cierto regustillo a naftalina barata pero tiene la suficiente carga de humor negro y subversión contra los tópicos del mismo género de hospital que la harán muy simpática a cualquiera que le de una oportunidad.


Plus.: Scrubs vista por Refo.

martes, noviembre 14, 2006

WARRIOR SONG - NAS FEAT. ALICIA KEYS (COOKIN SOUL REMIX)

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Estos días no paro de aplaudir a estos maestros del muy hip-hopiano arte del remix algo natural de este género desde la misma concepción de la base sobre la que el mc inicia su cántico. Cookin Soul son un colectivo de spanish rap que traen las mejores remezclas del hh norteamericano y han puesto su ojo en multitud de artistas tan polémicos como esenciales, entre ellos el denostado 50Cent y su crew (G-Unit), el fundacional Nas y el gangsta de la industria antes conocido cómo Jay-Z. Esta tríada es el centro sobre el que gravita el excelente New York State of Mind vol. 1 que pueden descargar en la mencionada página web del grupo o en su space. Lo mejor del disco es que con o sin remixes Nas sigue siendo, a mi juicio, el mejor de los tres pero que además consigue re-rescatar canciones que se perdían en molestas imperfecciones.

Warrior Song era una muy buena canción pero para qué engañarnos: la excesiva presencia de Alicia Keys convertía esta enérgica balada en un en el fondo típico dúo que buscaba demasiado obtusamente la copulación suprema entre el rap de uno y el soul de la otra. Cookin Soul saben que esto es mucho más sencillo que la sistemática repetición de ciertos estandartes del mainstream: por eso reducen la presencia de Keys a testimonial pero no subestiman su importancia por ello, aumentan las posibilidades de balada trágica con feeling del mejor soul del asunto y a través de estas hipérboles consiguen una ma-ra-vi-llo-sa canción que apenas supera los dos minutos y vuelve a dar de narices con la concepción de la canción de HH como larga o en ocasiones extenuante.

No hay que tener miedo por aquello de esos nombres terminados en –ismos (ej. más claro: purismo) de reivindicar este remix de CS como algo infinitamente superior al original, ni tampoco hay que tener impedimentos a la hora de reconocer a los cocineros de almas como los nuevos maestros en esto de aunar soul, funk y hh en un mismo cocktail: ellos saben que sólo desde la bastardía de la remezcla pueden llegar a emular otra vez aquellas sensaciones que nos producían los clímax que brindaron a nuestra salud Hayes, Brown, Franklin, Cooke, & Co.

-Mp3 (click y sigan las instrucciones)
-Canción original Live en David Letterman show.

lunes, noviembre 13, 2006

CUANDO SÓLO ERA MI HIJO

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Las obras de Jeph Loeb (guión) y Tim Sale (dibujos) parecen estar siempre en las revisiones de la WB que hace sobre sus dos iconos más cercanos: su Batman: El último Halloween fue citado como referencia tebeística por Goyer & Nolan, y ya en la contraportada de Superman: Para todas las estaciones se lee un halago de Miles Millar & Alfred Gough (creadores de Smallville, revisión teen del mito) sobre el cómic y vista la fallida propuesta de Bryan Singer por fin encuentro un claro referent que supongo que han tenido en cuenta o el director o los guionistas Michael Dougherty y Dan Harris.

Loeb y Sale son muy conscientes de las distancias entre ambos mitos, y así como en su día se habló de la resurrección de ambos personajes con las aportaciones de Alan Moore y Frank Miller para El Hombre Murciélago y la de John Byrne para el nativo de Krypton, podría ser que Loeb/Sale hagan suyos sus personajes, pero tampoco quedan sus reformulaciones como definitivas pero si lo suficientemente importantes como para ser muy disfrutadas por cualquier buen lector de cómics de superhéroes.

La gran virtud de Loeb es la de querer narrar algo muy concreto y sin necesariamente tener que empezar de 0: y es el paso definitivo de la adolescencia a la edad adulta de Superman, simbolizado en el cómic por el contraste de Smallville allí dónde parece que yace la inocencia perdida y la fastuosidad de Metrópolis que alberga a Supermán. Al tomar Loeb para narrar sus historias cuatro voces distintas acierta plenamente en su reinterpretación de unos personajes ya conocidos (en este caso por cada estación: Jonathan Kent, Lois Lane, Lex Luthor y Lana Lang) es muy adecuada y sobretodo en su inicio, adquiriendo la voz de Jonathan Kent consigue una estupenda sequedad de palabras muy en la línea por el citado de Millar, John Ford, una poética típica del homo american de Kansas que es el personaje en sí.

Esta intención poética está presente en toda la historia y adquiere una gran capacidad melancólica representada por el grandioso Tim Sale que ahora adopta ecos de Norman Rockwell (a quién precisamente dedica el volumen) y sabe darle a Supermán esa atmosférica condición que tiene él justamente evocando las ilustraciones de los años 40 que representaban perfectamente el american way of life.


El cómic contiene, no obstante, todas las escenas espectaculares esperadas de Supermán y sobretodo hace hincapié en el desencanto de la edad adulta pero Loeb comete a mi juicio dos errores intencionados, quiero decir, su idea es esa pero a mi esa reiteración le resta eficacia al conjunto.: insistir demasiado en los otoñales regresos a Smallville para llegar a su estupendo final, y sobretodo la voz de Lana Lang que peca en exceso de poesía sentimental y no logra estar a la altura de la de las demás. Por lo demás un volumen independiente perfectamente recomendable.

domingo, noviembre 12, 2006

ASESINATOS Y ALMAS EN PENA

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En Norwegian Wood Haruki Murakami nos mostraba un santuario, de ecos rebuscadamente mannianos, en los que por un instante dos personas desequilibradas por el pasado podían convertir aquél lugar de infinita tristeza en un lugar de inolvidable placer: la única regla es la condición evidentemente efímera del encuentro que obligara al protagonista a renunciar a su juventud.

En El quinto en discordia, una novela con no pocos paralelismos con la de Murakami, el lugar dónde yace Mary Dempster es también un manicomio dónde no sólo está encerrada una persona en un momento determinado del pasado, sino que es también capaz de ser feliz por unos instantes, pero sólo por la belleza de la mentira.

Con un ojo puesto en su admirado Carl Jung, el desconocido por el público aunque justamente reivindicado por los críticos más astutos, Robertson Davies inaugura de forma inmejorable su llamada Trilogía de Deptford.: esta es una novela que nos habla de la autenticidad de nuestras falacias y del mentir como una bella arte para conocernos a nosotros mismos, ya sea a través de la magia o través de los cambios de nombres de sus protagonistas, cualquier falsedad hace que los protagonistas se engañen, sólo para que finalmente puedan ser ellos mismos en paz.

Situado hábilmente por Rodrigo Fresán como el genio puente entre Charles Dickens y John Irving, parece Davies por su clarividencia un autor posterior que agarre lo mejor de dos mundos. Del primero, lleva con singularidad su modelo novelístico a los nevados y melancólicos paisajes de Canadá y del segundo adelanta toda la parafernalia de la improbabilidad y de los personajes extravagantes, distintos como protagonistas.

También viene al lector ecos del mejor Murakami, que sin duda ha llegado a Davies o leyéndolo por las lecciones tan bien aprendidas de Irving (del cual es traductor), ya que aquí se repite el triángulo amoroso de calcado desenlace con el que el japonés reescribía El Gran Gatsby (también vuelve a aparecer explícitamente la fundacional obra de Fitzgerald) y toda una acción del pasado, como en Al sur de la frontera, al oeste del sol sobre la que gravita todo lo que ocurrirá después. Un momento insignificante en apariencia que cambia todo el árbol de decisión vital de sus personajes. Y también en su paso por la primera guerra mundial, pequeños ecos del lirismo triste y seco de Hemingway.

Davies teje algo muy cercano a lo que definimos cómo obra maestra, una novela bellísima de un grandioso domino del impacto emocional, que sabe emocionarnos con sus personajes y sobretodo con su narrador, y con una extraordinaria sensibilidad respecto a muchos temas (como el sexo, como el perdón) que debería ser revalidado desde ya como uno de los más grandiosos escritores del pasado siglo. Libros del Asteroide hará bien en seguir editando la estupenda obra de un canadiense que en palabras de John Irving, es un autor claramente universal y que debe ser recordado más por lo maravilloso de sus libros que por su nacionalidad.

"-No veo nada de malo en ello. El diablo sabe cosas de nosotros que el propio Cristo desconoce. De hecho, estoy convencido de que Cristo aprendió muchas cosas útiles sobre sí mismo cuando se encontraron en el desierto. Por supuesto, aquélla fue una reunión de hermanos; la gente olvida con demasiada facilidad que Satán es el hermano y que, como tal, tiene ciertas ventajas argumentativas. En términos generales, tratamos al diablo de manera vergonzosa, y cuanto peor lo tratamos, más se ríe de nostros. [....] "

Plus.: John Irving y la improbabilidad.

viernes, noviembre 10, 2006

X TALKS

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Aprovechando su salida al alquiler y temeroso por el resultado he visto que el film de Brett Ratner ha sido injustamente vilipendiado por el fandom. Y sí, tiene su parte de motivo en los últimos minutos del film. No obstante X-Men 3: La decisión final es hasta cierto punto una película muy parecida a los cómics en cuanto añade más chistes, diversión y ritmo al conjunto sin renunciar del todo al discurso de Singer pero que claramente ya estaba muy matizado y machacado.

Dónde se siente cómodo Ratner es en su mejor película la brillante y genial Money Talks, con las persecuciones y las ejemplares secuencias de acción y dónde se siente incómodo es en la narrativa de una saga. Es ese el problema que su narrativa no funciona para nada y mucho menos su sentido de la épica. Quiero decir que los momentos dramáticos del film son tan divertidos como todos esos chistes lapidarios que suelta Lobezno (¡regenera eso!).


Ahí radica el problema y es que la película elimina con la facilidad que Pyros lanza un coche hacia Bobby Drake un montón de personajes clave del corpus de la historia y eso, lógicamente, al fandom le sienta fatal. Nuevamente los personajes introducidos en la segunda entrega por Singer no parecen avanzar en demasía, y que diantres, uno sabe que Ellen Page está hipnótica y bellísima y de su personaje (y de todos… era por poner un ejemplo) se podría sacar más partido que una pequeña subtrama de sabor teen (y no lo digo como si eso fuera necesariamente malo, lo es en un sentido de que esta película cuenta mucho en apenas 100 minutos). Singer salva un poco toda la papeleta final (en la que hunde toda la diversión inicial) con un par de chistes (justo antes de los créditos y después de éstos) pero se sabe que la saga va a terminar aquí: hay un poso de leve decepción que debemos repartir equitativamente no en Ratner sólo, sino también en las exigencias de los actores, etcétera.

Así pues a pesar de una disfrutable primera hora la sensación final que produce la película es la de ser un forzado prólogo al spin-off de Lobezno, aunque ello no impide que su director se luzca con la batalla en casa de los Grey, el rescate de Mística o la secuencia del Golden Gate (que compensan una irrisoria batalla final en la que se muestra un Hollywood carente de ideas y de una tónica totalmente post-El señor de los anillos).


En el DVD aparecen dos elementos imprescindibles.: el adrenalítico anuncio que situa la piratería al robo y al terrorismo callejero pero con su mensaje en inglés. No obstante este inglés queda interrumpido de golpe por PIRATEO (¡!) y después prosigue con la lengua de Shakespeare. Ah y ¡el excelente episodio piloto ratneriano de "Prison Break"!
Plus.: Crítica de Noel Ceballos.

jueves, noviembre 09, 2006

UNA DE TUBOS.: "BE ACID BORIC + BRICK"


Tengo una resaca enorme y toca post perezoso. Si de algo podemos presumir es la fantástica capacidad para la sátira política que llevamos acumulando durante toda la historia de nuestra cultura popular. Polonia, un programa de tv3 (autonómica catalana) reune lo mejor y también lo peor del género. Hete aquí una cumbre.:

Abre tu mente / liberate de las formas / como el ácido borico / El ácido bórico sirve para todo / Elimina la peste de los pies / Mata insectos / pero si aparece / en casa de un etarra y en el piso de un islamista / puede ser la bomba / sé ácido bórico, amigo / No te adaptes a la realidad... Sé la realidad.




¡Vayan a ver Brick (mañana se estrena)! Con sus imperfecciones, entren en su juego o no pero la recomiendo enérgicamente. Yo la quiero volver a ver y recopilar todas las hammetianas-chandlerianas que el bueno de Rian Johnson ha trasladado a una high-school que se podría llamar Poisonville.

miércoles, noviembre 08, 2006

THE SCOTT BROTHERS GO TO SOMALIA

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Black Hawk Derribado es una de las películas más interesantes a nivel reflexivo que he visto en mucho tiempo en la filmografía de Ridley Scott. Y con esta frase puede parecer que estoy considerando interesante el argumento de ésta, pero me refiero a la curiosa reflexión, que yo hasta calificaría de sutil provocación que muchos destacados críticos militantes cinéfilos de tutta tuvieron su honor “ofendido”.

Bien vayamos por partes. La película parte de un libro de Mark Bowden autor de libros-épica que resultan idóneos para la ficción (Joe Carnahan está adaptando su Killing Pablo sobre las tropelías del traficante de drogas Pablo Escobar). Del guionista Ken Nolan sólo sabemos que trabaja en un telefilm sobre la CIA. Y los productores son los hermanísimos bajo el nombre de Scott Free y Jerry Bruckheimer. Y el film fue realizado justo después de una película tan traviesa como Hannibal.

Ridley Scott es para los críticos sinónimo de nombre serio. Alien y Blade Runner (no estoy desmitiendo su condición de clásicos modernos) y por último Gladiator, le han convertido en un cineasta del que se pueden ignorar tanto sus films más revalorizables como los más tópicos y chuscos pero apreciados por el públicos (pensar en Thelma y Louise).

Tony Scott es para los críticos un Belcebú. Un terrible que de vez en cuando realiza películas entretenidas. Por si fuera poco no sólo dirigió Top Gun sino que hasta se atrevió a rodar siempre al octavo mandamiento cinéfilo que asegura que nunca amarás las películas que nosotros llamamos ritmo de videoclip.

Bien.: Black Hawk Derribado es una película con una frenética y cuidadísima estética que planea siempre bajo el hiperrealismo más absoluto y también muchas veces con el esteticismo que busca la forzada belleza en las imágenes.

Pero su guión es (yo diría que voluntariamente) infumable. De risa y lo dijo en el mejor de los sentidos. Su mensaje sobre la guerra inexistente, y su trasfondo moral ausente. Sus personajes usan el lenguaje de la mejor de las series B y yo prefiero ver el film del 2001 como un chiste de los hermanos Scott. Imaginar a Ridley, el niño bien de la crítica recuperado por la hazaña romana de Rusell Crowe, contándole a Tony (o quizá viceversa, visto que el pequeño es mucho más transgresor) realizar una película en tono serio pero de fondo risible. ¿Los personajes? Diversión pura y dura a costa de los más clásicos arquetipos. Eric Bana, Josh Hartnett y Ewan McGregor entran de forma magnífica en el juego. En su crítica Jesús Palacios citaba a Lucio Fulci por la malicia juguetona de Scott de rodar a estos somalíes como hordas de muertos vivientes que corren sin parar y están por todas partes (¡flacuchos!).

Proporcionemos a la película el beneficio de la duda. De tratarse de una provocación lo han conseguido.: tomaron el pelo a media crítica americana e irritaron a los más nobles europeos. Scott rodó magníficamente y con halo de épica una pura y dura serie B, un divertimento, pero no se lo contó a nadie. De no tratarse así estaríamos ante una gran tomadura de pelo, pero ya de cierto valor por el efecto claro que produce en el espectador.

Los indicios que tengo para comprobar mi teoría del chiste no son que sea el film que siga Hannibal sino su final.: Scott filma a los soldados corriendo a ritmo de Hans Zimmer y ¡aparecen niños africanos a correr con ellos! Puro esteticismo autoparódico, improbable, claramente inverosímil.

Luego Scott se volvió otra vez grandilocuente y dirigió esa épica fallida (y sin rastro de humor) llamada Kingdom of Heaven que podría ser el reverso con esta pero con un guión que nos avisa, de entrada, de que esto es una cinta trascendente. Grave error.

(Y Scott sigue dirigiendo proyectos sin interés que tienen rápido olvido en la memoria de los ávidos críticos Veremos.Luego del film se realizaron varios videojuegos inspirados en su estética, otro dato significativo)

martes, noviembre 07, 2006

APOLOGÍA DE LA FALACIA

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Hard Candy es un film que a priori tiene elementos muy interesantes. Y es completamente fallido y hasta irritante en su resultado final, pero cabe decir que es la primera película dónde podemos empezar a oír palabras como amazon con total normalidad: pueril e insignificante pero se empiezan a hacer eco (vago) de las nuevas tendencias. Y eso es lo único que se puede destacar: inexplicable ganadora en Sitges, digamos que Hard Candy es un film que no tiene cojones (sic) de ser una auténtica cinta de venganza con todas sus consecuencias. Le empañan una moralina telefílmica , de clásico cántico de abuelita preocupadita que exclama con rintintín ¿ves lo que pasa cuando te fías de la gente del ”internes”?, que pretende ser ingeniosa al estar ejecutada a la inversa. Tampoco resulta satisfactoria su reflexión/narración de la venganza, no ya por inverosímil sino porqué transmite más tedio que emoción (elemento indispensable para hablar de venganzas en cine). David Slade tiene una interesante puesta en escena y los actores Patrick Wilson y Ellen Page realizan magníficas interpretaciones, en lucha continua contra el absurdo guión de Brian Nelson (una pieza que transmite una tremenda desidia en su narrativa y un visible estancamiento en su desarrollo). Un film carente de honestidad y de una relación coherente y visible entre su fondo y forma, lo cual hace más obvias sus múltiples descompensaciones como producto sumamente insatisfactorio para todo tipo de públicos.

Sigo sin entender la oleada de críticas positivas y alegres, no porqué no sean aceptable (¡es indudable que lo son!), sino porqué este es un producto artificioso y apático, por parte del público. Pero me quedo con un maravilloso tic propio de la cinefilia: ellos saben, cuando quieren, hablar del envoltorio formal y he leído ya varios apuntes al talento estético de Slade. ¡Ah! Me indigna y me sorprende que los dogmáticos cinéfilos acepten casi con reverencia el correcto estilo de Slade porqué es un director más serio y se rasgue las vestiduras con otros y más sabios clásicos huracanes visuales (pensar en Tony Scott) lo que me da una muestra de nuevas incoherencias en sus análisis reducidos a mandamientos ramplones.

lunes, noviembre 06, 2006

CUÉNTALE LO DEL CIERVO

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James Gunn, guionista de la maravillosa revisión romeriana del 2004, dirige esta estupenda película, a priori un homenaje a toda la memoria colectiva ochentera del aficionado con el corazón puesto sobretodo en esa otra gozada de Fred Dekker llamada Night of the Creeps.

A mi me sorprendieron muchas cosas, aunque debo decir que la ví sabiendo que su honestidad era indiscutible. Primero lo bien que le funciona a Gunn ejercer cada una de sus revisitaciones, tanto a la cinta de Dekker como al resto de lugares comunes de otros realizadores (pensar en Cronenberg, pensar en Henenlotter). Pero lo mejor de todo es que Slither procura no quedarse ahí.: es sin duda una película que supone un punto de inflexión en el género y abre otros caminos (más bien, diría que continua) a partir de la delicia pulpy metarreferencial que fue la citada cinta de 1986 (cuya esencia viene representada en un nostálgico anuncio enmedio de la carretera, como un puente de unión entre lo viejo, lo nuevo y lo novísimo).

Es decir.: Gunn no esquiva ocasión no sólo de re-recrear de forma hiperbólica momentos gore de sabor inevitablemente clásico y serie B (la Troma natal del autor) sino que introduce su magnífica reflexión sobre las relaciones de pareja y el amor con dos de las más bizarras secuencias de amor jamás vistas, y todo ello a ritmo de canciones country-rock magníficas.

Si a eso le añadimos el mismo leit-motiv que todos amamos (bichos llegados del outer space para invadir nuestro planeta), cameos de la casa (Lloyd Kaufman, Rob Zombie), Nathan Fillion, el recuperado Gregg Henry (y un hipervitaminado Michael Rooker) y un catálogo ejemplar de diálogos de acento mítico (es… la … hostia) el resultado es inmejorable y sin duda una de las más brillantes y redondas cintas vistas en lo que va de año.

Plus.: Slither: Muerte viscosa.

sábado, noviembre 04, 2006

GUÍA HOLMESIANA PARA JÓVENES INVESTIGADORES: EL CANON DE LECTURAS

A partir de ahora mensualmente una entrega de mi acercamiento al mito de Sherlock Holmes. Una vez explicada la introducción pasemos a la primera entrega. Que lo disfruten, corrijan y maticen todo lo que les sea posible.

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ESTUDIO EN ESCARLATA (1887).
Recomendable para.: Detectives interesados en poseer ante ellos su propio Episodio 1 para completar su colección. No obstante existe el mito en el gremio de que esta es una prueba imprescindible para reconstruir la figura del detective Baker Street, es elemental, queridos lectores que esto es una falacia de los recopiladores de Conan Doyle y la literatura.
Una madeja enmarañada: Conan Doyle traza sus ya habituales dos partes. En la primera asistimos a la memoir del doctor Watson y su encuentro con el magnífico genio además de presentarse el misterio. La segunda parte, La tierra de los santos, ofrece un interesante visionado de la Salt Lake City de los mormones y la América de los crucifijos: la narración cambia completamente y se nos explica el leit-motiv del crimen. Al final se retoma la memoria de Watson (como si todo hubiese sido una digresión concienzuda, cosa que no me extrañaría) y se resuelve el caso en la mejor línea del noir posterior: crimen pasional.
El informe:
«Ml QUERIDO SHERLOCK HOLMES,
»Esta noche, en el número tres de Lauriston Gardens, según se va a Brixton, se nos ha presentado un feo asunto. Como a las dos de la mañana advirtió el policía de turno que estaban las luces encendidas, y, dado que se encuentra la casa deshabitada, sospechó de inmediato algo irregular. Halló la puerta abierta, y en la pieza delantera, desprovista de muebles, el cuerpo de un caballero bien trajeado. En uno de sus bolsillos había una tarjeta con estas señas grabadas: "Enoch J. Drebber, Cleveland, Ohio, U.S.A". No ha tenido lugar robo alguno, ni se echa de ver cómo haya podido sorprender la muerte a este desdichado. Aunque existen en la habitación huellas de sangre, el cuerpo no ostenta una sola herida. Desconocemos también por qué medio o conducto vino a dar el finado a la mansión vacía; de hecho, el percance todo presenta rasgos desconcertantes. Si se le pone a tiro llegarse aquí antes de las doce, me hallará en el escenario del crimen. He dejado orden de que nada se toque antes de que usted dé señales de vida. Si no pudiera acudir, le explicaría el caso más circunstanciadamente, en la esperanza de que me concediese el favor de su dictamen.
»Le saluda atentamente,
TOBÍAS GREGSON.»
Con lupa.:
1. Conocimientos de Literatura: ninguno.
2. Conocimientos de Filosofía: ninguno.
3. Conocimientos de Astronomía: ninguno.
4. Conocimientos de Política: escasos.
5. Conocimientos de Botánica: desiguales. Al día en lo atañadero a la belladona, el opio y los venenos en general. Nulos en lo referente a la jardinería.
6. Conocimientos de Geología: prácticos aunque restringidos. De una ojeada distingue un suelo geoló gico de otro. Después de un paseo me ha enseñado las manchas de barro de sus pantalones y ha sabido decirme, por la consistencia y color de la tierra, a qué parte de Londres correspondía cada una.
7. Conocimientos de Química: profundos.
8. Conocimientos de Anatomía: exactos, pero poco sistemáticos.
9. Conocimientos de literatura sensacionalista: inmensos. Parece conocer todos los detalles de cada hecho macabro acaecido en nuestro siglo.
10. Toca bien el violín.
11. Experto boxeador, y esgrimista de palo y espada.
12. Familiarizado con los aspectos prácticos de la ley inglesa

En la primera parte de la novela es la única que deja clara la verdadera influencia de Joseph Bell para crear al personaje por parte de CD (que fue alumno suyo). No obstante en aventuras posteriores esto se separa porqué Doyle descubre, cual Doctor Frankeinstein, que su criatura ya tiene una entidad icónica suficiente y que ella misma es capaz de ser un personaje autómata que todavía perdura. Holmes representaba el modelo de la razón y de la deducción analítica tan en boga a finales del siglo XIX.
Lecturas recomendadas.:
Texto completo en castellano.

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EL SIGNO DE LOS CUATRO (1890).
Recomendada para: Jóvenes detectives con lupa recién estrenada y cualquier maestro con ganas de ponerse a prueba en los pantanosos y juguetones terrenos que propone Conan Doyle al convertir la estructura del cuento en una forzada aventura llena de delirios.
Una madeja enmarañada: Una serie de momentos irresistibles para el lector ya iniciado, y otra serie de momentos inolvidables para el más mozuelo de nuestros seguidores: ¡Watson encuentra a la que es su futura esposa: Mary Matson! ¡Sherlock se prepara sus soluciones de Cocaína! ¡Un tesoro de la India Colonial! Y sobre ello tenemos el misterio que tan bien heredarían luego Columbus/Spielberg: un plano-jeroglífico dónde sólo podemos leer El signo de los cuatro.
El informe:
“-En síntesis -continuó ella-, el caso es el siguiente: mi padre era oficial en un regimiento de la India, de donde me envió a Inglaterra cuando era muy niña. Mi madre había muerto y yo no tenía familiares en Inglaterra. Conseguí colocación, sin embargo, en un buen internado en Edimburgo, y allí permanecí hasta que tuve diecisiete años de edad. En el año 1878 mi padre, que era capitán de su regimiento, obtuvo una licencia de doce meses y volvió a Inglaterra. Me telegrafió desde Londres que había llegado sin novedad y me pedía que fuera de inmediato a la capital, dándome como su domicilio el hotel Langham. Su mensaje, según recuerdo, estaba concebido en frases plenas de bondad y de cariño. Al llegar a Londres me dirigí al Langham. Me informaron que efectivamente el capitán Morstan estaba alojado allí, pero que había salido la noche anterior y que aún no volvía. Esperé todo el día, sin recibir noticias de él. Esa noche, por sugestión del gerente del hotel, me comuniqué con la policía y al día siguiente todos los periódicos publicaron su desaparición. Nuestras pesquisas no produjeron ningún resultado. Hasta la fecha no he vuelto a tener noticias de mi infortunado padre. Volvía a su patria con el corazón henchido de esperanzas, buscando un poco de paz y de comodidad, y en lugar de eso... -se llevó la mano a la garganta y un sollozo ahogado interrumpió la frase.
Con lupa:
“Sherlock Holmes extrajo un frasco de un anaquel y la jeringa hipodérmica de su estuche. Con sus dedos largos, blancos y nerviosos, ajustó la delicada aguja y se enrolló la manga izquierda de su camisa. Durante un momento sus ojos se apoyaron pensativamente en su brazo nervudo, lleno de manchas y con innumerables cicatrices, causadas por las frecuentes inyecciones. Finalmente se introdujo la aguja delgada, presionó el pequeño pistón, se la sacó, y se dejó caer en un sillón forrado de terciopelo, con un profundo suspiro de satisfacción.”

"-Escúcheme, sahib -dijo el más alto y el más feroz de los dos, que recibía el nombre de Abdullah Khan-. Usted tiene que estar con nosotros o lo tendremos que callar para siempre. La cuestión es demasiado grande para que vacilemos en hacerlo. O está en cuerpo y alma con nosotros, jurándolo por la Cruz de los cristianos, o su cuerpo será arrojado esta noche al foso y nosotros nos pasaremos con nuestros hermanos al ejército rebelde. No hay término medio. ¿Qué prefiere usted... la vida o la muerte? Podemos darle sólo tres minutos para decidirse, pues el tiempo está pasando y todo debe hacerse antes de que la guardia vuelva a pasar por aquí.”
Lecturas recomendadas:
Texto completito (en castellano).

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EL PERRO DE LOS BASKERVILLE (1902).
Recomendada para:
Hechiceros, belcebús y vampiros de glamour netamente victorianos, y también jóvenes aprendices de John Constantine de acento encantadoramente british.
Una madeja enmarañada: Se sabe que a Conan Doyle le fascinaban las leyendas de ultratumba, tanto o más como a nosotros. Así este monstruoso ser con forma de can se basaba en la muy inglesa leyenda de los Hell Hounds, perros venidos del infierno. Holmes y Watson llamados por James Moritmer, para que resuelvan tamaño misterio. Por el camino se toparán con la leyenda de que el perro viene a matar a todos los Baskerville (que tuvo en Henry B. su primer precedente) y entretanto el autor se regodea en todos aquellos páramos por los que John Landis ya nos advirtió que no debíamos andar. Y además compone una novela coral y atmosférica de puro terror.
El informe:
»Sucedió que, algo más tarde, Hugo dejó a sus invitados para llevar alimento y bebida junto, quizá, con otras cosas peores a su cautiva, encontrándose vacía la jaula y desaparecido el pájaro. A partir de aquel momento, por lo que parece, el carcelero burlado dio la impresión de estar poseído por el demonio, porque bajó corriendo las escaleras para regresar al comedor, saltó sobre la gran mesa, haciendo volar por los aires jarras y fuentes, y dijo a grandes gritos ante todos los presentes que aquella misma noche entregaría cuerpo y alma a los poderes del mal si conseguía alcanzar a la muchacha. Y aunque a los juerguistas les espantó la furia
de aquel hombre, hubo uno más perverso o, tal vez, más borracho que los demás, que propuso lanzar a los sabuesos en persecución de la doncella. Al oírlo Hugo salió corriendo de la casa y ordenó a gritos a sus criados que le ensillaran la yegua y soltaran la jauría; después de dar a los perros un pañuelo de la doncella, los puso inmediatamente sobre su pista para que, a la luz de la luna, la persiguieran por el páramo.

»Durante algún tiempo los juerguistas quedaron mudos, incapaces de entender acontecimientos tan rápidos. Pero al poco salieron de su perplejidad e imaginaron lo que probablemente estaba a punto de suceder. El alboroto fue inmediato: quién pedía sus armas, quién su caballo y quién otra jarra de vino. A la larga, sin embargo, sus mentes enloquecidas recobraron un poco de sensatez, y todos, trece en total, montaron a caballo y salieron tras Hugo. La luna brillaba sobre sus cabezas y cabalgaron a gran velocidad, siguiendo el camino que la muchacha tenía que haber tomado para volver a su casa.
»Habían recorrido alrededor de media legua cuando se cruzaron con uno de los pastores que guardaban durante la noche el ganado del páramo, y lo interrogaron a grandes voces, pidiéndole noticias de la partida de caza. Y aquel hombre, según cuenta la historia, aunque se hallaba tan dominado por el miedo que apenas podía hablar, contó por fin que había visto a la desgraciada doncella y a los sabuesos que seguían su pista.
"Pero he visto más que eso -añadió-, porque también me he cruzado con Hugo Baskerville a lomos de su yegua negra, y tras él corría en silencio un sabueso infernal que nunca quiera Dios que llegue a seguirme los pasos”.
»De manera que los caballeros borrachos maldijeron al pastor y siguieron adelante. Pero muy pronto se les heló la sangre en las venas, porque oyeron el ruido de unos cascos al galope y enseguida pasó ante ellos, arrastrando las riendas y sin jinete en la silla, la yegua negra de Hugo, cubierta de espuma blanca. A partir de aquel momento los juerguistas, llenos de espanto, siguieron avanzando por el páramo, aunque cada uno, si
hubiera estado solo, habría vuelto grupas con verdadera alegría. Después de cabalgar más lentamente de esta guisa, llegaron finalmente a donde se encontraban los sabuesos. Los pobres animales, aunque afamados por su valentía y pureza de raza, gemían apiñados al comienzo de un hocino, como nosotros lo llamamos, algunos escabulléndose y otros, con el pelo erizado y los ojos desorbitados, mirando fijamente el estrecho valle que tenían delante.
»Los jinetes, mucho menos borrachos ya, como es fácil de suponer, que al comienzo de su expedición, se detuvieron. La mayor parte se negó a seguir adelante, pero tres de ellos, los más audaces o, tal vez, los más ebrios, continuaron hasta llegar al fondo del valle, que se ensanchaba muy pronto y en el que se alzaban dos de esas grandes piedras, que aún perduran en la actualidad, obra de pueblos olvidados de tiempos remotos. La luna iluminaba el claro y en el centro se encontraba la desgraciada doncella en el lugar donde había caído, muerta de terror y de fatiga. Pero no fue la vista de su cuerpo, ni tampoco del cadáver de Hugo Baskerville que yacía cerca, lo que hizo que a aquellos juerguistas temerarios se les erizaran los cabellos, sino el hecho de que, encima de Hugo y desgarrándole el cuello, se hallaba una espantosa criatura: una enorme bestia negra con forma de sabueso pero más grande que ninguno de los sabuesos jamás contemplados por ojo humano.
Acto seguido, y en su presencia, aquella criatura infernal arrancó la cabeza de Hugo Baskerville, por lo que, al volver hacia ellos los ojos llameantes y las mandíbulas ensangrentadas, los tres gritaron empavorecidos y volvieron grupas desesperadamente, sin dejar de lanzar alaridos mientras galopaban por el páramo. Según se cuenta, uno de ellos murió aquella misma noche a consecuencia de lo que había visto, y los otros dos no
llegaron a reponerse en los años que aún les quedaban de vida.
»Ésa es la historia, hijos míos, de la aparición del sabueso que, según se dice, ha atormentado tan cruelmente a nuestra familia desde entonces. Lo he puesto por escrito, porque lo que se conoce con certeza causa menos terror que lo que sólo se insinúa o adivina. Como tampoco se puede negar que son muchos los miembros de nuestra familia que han tenido muertes desgraciadas, con frecuencia repentinas, sangrientas y misteriosas. Quizá podamos, sin embargo, refugiarnos en la bondad infinita de la Providencia, que no castigará sin motivo a los inocentes más allá de la tercera o la cuarta generación, que es hasta donde se extiende la amenaza de la Sagrada Escritura. A esa Providencia, hijos míos, os encomiendo ahora, y os aconsejo, como medida de precaución, que os abstengáis de cruzar el páramo durante las horas de oscuridad en las que triunfan los poderes del mal.

Con lupa.:

-A decir verdad se ha superado usted a sí mismo -dijo Holmes, apartando la silla de la mesa del desayuno y encendiendo un cigarrillo-. Me veo obligado a confesar que, de ordinario, en los relatos con los que ha tenido usted a bien recoger mis modestos éxitos, siempre ha subestimado su habilidad personal. Cabe que usted mismo no sea luminoso, pero sin duda es un buen conductor de la luz. Hay personas que sin ser genios poseen un notable poder de estímulo. He de reconocer, mi querido amigo, que estoy muy en deuda con usted.”

Cada minuto que pasaba la algodonosa llanura blanca que cubría la mitad del páramo se acercaba más a la casa. Los primeros filamentos cruzaron por delante del rectángulo dorado de la ventana iluminada. La valla más distante del huerto se hizo invisible y los árboles se hundieron a medias en un remolino de vapor blanco.
Ante nuestros ojos los primeros tentáculos de niebla dieron la vuelta por las dos esquinas de la casa y avanzaron lentamente, espesándose, hasta que el piso alto y el techo quedaron flotando como una extraña embarcación sobre un mar de sombras.”

Lecturas recomendadas.:
Ebook en castellano (pdf).
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EL VALLE DEL TERROR (1914).
Recomendada para: Detectives coleccionistas deseosos de encontrar de nuevo al Conan Doyle más netamente juguetón, y sobretodo aprendices de Sherlock creyentes en el noble arte de la reinvención maestra y superior.
Una madeja enmarañada: Conan Doyle regresa a Estudio en Escarlata en términos estructurales y temáticos pero lo hace con una revisión en clave hiperbólica y de pastiche (aumenta no sólo los detalles de crónica negra-familiar ya apuntados en la entrega anterior y regresa a la geografía estadounidense esta vez de ecos casi hammetianos) y proporciona al lector eso que quiere haciendo regresar a quién haga falta) : en la primera parte Holmes resuelve la identidad del homicida, pero en la segunda volvemos a Estados Unidos y se nos explica el origen del asesinato, y estamos en la Pennsylvania de los mineros y las organizaciones pseudo-mafiosas llamadas Molly Maguires. Y además ¡vuelve el profesor Moriarty! (¡vivan las jugadas cronólogicas con la continuidad!)
El informe:

.
“Estimado Mr. Holmes [decía]:
“No iré más lejos en el asunto. Es demasiado peligroso, el sospecha de mí. Puedo ver que él sospecha de mí. Vino inesperadamente luego de que escribiese la dirección en el sobre con la intención de enviarle la clave del cifrado. Fui capaz de esconderla. Si la hubiera visto, me hubiera ido realmente mal. Pero puedo leer la desconfianza en sus ojos. Por favor queme el mensaje en cifras, que ahora ya no puede ser útil para usted.”
“FRED PORLOCK”

Con lupa.:

“Si algo hubiera sido necesitado para dar un ímpetu a la popularidad de Jack McMurdo entre sus camaradas sería su arresto y absolución. Que un hombre la misma noche de su incorporación a la logia haya hecho algo que lo llevase ante el magistrado era un nuevo registro en los anales de la sociedad. Ya se había ganado la reputación de ser un bueno y dadivoso compañero, un alegre parrandero, y además un hombre de fuerte temperamento, que no recibiría un insulto ni del mismo poderoso jefe. Pero en adición a esto impresionó a sus compañeros con la idea de que entre todos ellos no había ni uno cuyo cerebro estuviera tan preparado para inventar un plan tan sanguinario, o cuya mano sea tan capaz para llevarlo a cabo. “Él será el chico que haga el trabajo limpio”, manifestaban los mayores uno al otro, y esperaban su tiempo hasta que lo pudieran enviar a su trabajo.”

- Todo conocimiento es útil para el detective – remarcó Holmes -. Incluso la certeza trivial que en el año 1865 un cuadro de Greuze titulado “La Jeune Fille a l’Agneau” alcanzó un millón doscientos mil francos, más de cuarenta mil libras, en la venta de Portalis puede comenzar un tren de reflexiones en su mente.”

Lecturas recomendadas:
Texto completo en Word (winrar), pdf, palm.

¡Y el próximo més de Navidad la trilogía de casos: Las aventuras de Sherlock Holmes, Las memorias de Sherlock Holmes y El regreso de Sherlock Holmes! Hasta entonces no descuiden de limpiar sus lupas, fumar en pipa y realizar sus prácticas de violín.

INTRODUCCIÓN A MI HOLMESFANIA

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Podría resumir mis once años en básicamente un autor: Arthur Conan Doyle. Pero iré más allá, básicamente un personaje: Sherlock Holmes. Nunca entré en el célebre Mundo Perdido, y la novela me pareció, siempre, una anticipación de aquellas cutres adaptaciones que tuvo y seriales: pulp pero sin interés para mí. Fue con su genial detective de Baker Street que me volví fan, tan absoluto y apasionado que mis diez-once son perfectamente cronólogicos a cada libro de SH.

El principal rasgo con el que yo, ávido lector de tebeos de Batman, Supermán y por aquella época Marveliano (básicamente Spider-Man) con el que conecté fue que el primer libro que leí (Las memorias de Sherlock Holmes, edición de bolsillo de Moby Dick de 1981, ilustraciones de Sidney Paget originales de las ediciones de Londres 1901-1902) la gracia que tenía es que la historia ya había empezado sin mí y eso me maravilló: la idea de que llegaba nuevo a un universo anterior siempre me ha encantado. Por eso mismo, lo que leí después fue Estudio en Escarlata pero para entonces ya estaba familiarizado con sus protagonistas, lo cual hizo más estimulante esa maravillosa novela y lo afronté como la compra del número uno.

Podríamos decir que la primera novela de terror pura que leí fue esa maravilla llamada El Perro de los Baskreville, pero mi emoción absoluta se concentra en El Regreso de Sherlock Holmes. En esa novela, por las peticiones de millones de lectores, Holmes regresa y lo hace de una forma tan similar a la que cientos de tebeos harían a posteriori con sus personajes que mi conexión con el universo holmesiano ya fue absoluta.

El gran acierto es el narrador, que según se dice es un trasunto de Conan Doyle, pero yo iría más allá: el narrador es el doctor Watson y es este el único referente cotidiano que tenemos. Por eso nos gusta tanto Holmes: somos, de entrada, los espectadores y admiradores de su inteligencia demoledora y de su peculiar perfil de héroe (sabio, frío, maestro de esgrima).

La evidencia de Holmes como icono popular es innegable, pero a mí me interesan dos aportaciones. De la primera ya he hablado varias veces, y creo que ganara conforme se acerque a una actualización traviesa, y es House, con el mejor SH (de carne y hueso y ex aequo con Nicholas Rowe) de todos los tiempos que es Hugh Laurie.

La segunda es Young Sherlock Holmes de Barry Levinson. La aceración ortodoxa con Jeremy Brett es impecable pero pecaba de algo que al lector no le ocurría con esas novelas victorianas: que no tenían alma y emoción, casi como a veces parecía Holmes. No había más que pura y dura linealidad y el espíritu claramente aventurero, intrigante y todo el universo que rodeaba a Holmes se pudría en un solemne academicismo inglés. Steven Spielberg y Chris Columbus desde su noble e inevitable heterodoxia realizan, no sólo una anticipación a la saga de Harry Potters, sino que una verdadera adaptación fiel, que no puede ser sino distinta.


Cuando yo vi el film ya era un fanático total de Holmes y su sorpresa final me pareció un remate sensacional, una emoción increíble y una complicidad total que he vuelto a sentir pocas veces viendo otras películas. Nicholas Rowe es la esencia de Holmes en su frialdad y hasta en su permisible obvia love story, pero mejor Watson es, a mi juicio, Alan Cox, acusado a menudo de ser el típico sidekick americanizado. No dudo de este tic, pero no obstante Watson es, recuerdo, el narrador y el que más cercano debe estar a todos nosotros. Su rol como adolescente no debe ser otro que el del fiel amigo, inevitablemente patoso, su componente gracioso ya estaba presente (si leen bien) en su ingenuidad ante muchos de los casos que resolvía tan maravillosamente su compañero
El universo de Sherlock Holmes enamora y además creo recordar que fue para mí el primer libro con el que establecí no pocas analogías con mis adorados cómics de sh sino que además logré un súpervillano de altura: Moriarty, un perfecto reverso oscuro de Holmes y tan atractivo como él.

Y la suerte es que tengo al borde de la relectura apasionada y nada espaciada de El signo de los cuatro: una perfecta novela victoriana-holmesiana. Conan Doyle acierta plenamente porqué una vez gastada su introducción nos lo da absolutamente todo (en El Perro de los Baskerville llegaría mucho más allá, regodénadose en un sentido coral y sobretodo en el ambiente terrorífico). De hecho, El signo de los cuatro contiene un tesoro en la India, una impresionante venganza y sobretodo un inicio canónico: una mujer viene a pedir ayuda al detective. Léanla.

Plus.:221 Baker Street (historias en inglés).

viernes, noviembre 03, 2006

"LA VIDA AUSENTE".: IMAGINA UN GENIO

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"La verdadera vida está ausente"
ARTHUR RIMBAUD.

Estamos todavía a principios de Noviembre y hasta Diciembre no nos da a todos por entrar en el llamado tiempo de recuento. Cosas para el recuerdo, podríamos decir. Y entonces, algunas de las más poderosas editoriales nos miran casi con hipnosis y deciden tener ellas ya predispuestos los libros del año. En el stablishment rara vez se sale de Millás, de Marías, (y de otros más, claro) por muy buenos libros que tengan Millás o Marías, el problema es que no hay otros libros. Dejemos de lado al stablishment. Dejemos de lado la jungla editorial.

Ángel Zapata con su relato El Valor ya despertó mi más sincera admiración. Y con su libro de cuentos La vida ausente se gana un puesto entre mis favoritos. El suyo es un libro pequeño (diríamos que pequeño gran libro sería quedarse corto para describir este microcosmos lleno de historias y anécdotas aparentes) pero inteligente hasta la extenuación. Sus cuentos son también una pequeña reivindicación de las vanguardias en medio de un panorama desértico. Pero esto es intención, que en este caso es loable. Y ¿el resultado?
Inmejorable. La vida ausente se abre con el relato que le da título, y es en apariencia una memoir emocional pero que es una introducción a través de una habitación al mundo de un escritor. Un libro, una habitación. Un relato maestro y que nos demuestra que estamos ante uno de los mejores narradores que se pueden leer en la actualidad: su lenguaje es depurado y cuidado hasta límites insospechados y su vigor narrativo juguetón y preciso. Sus cuentos parecen mecanismos de relojería, de remarcada inteligencia y magnífica resolución, desafíos al lector, y siempre distintos dentro de un magnífico universo.

Pasamos de la emoción total del primer relato a la hilaridad extrema de Días de Sol en Metrópolis.:


“Supermán era invulnerable, pero aun así no podía estar en dos lugares a la vez. No podía, por ejemplo, evitar que un caniche muriera atropellado, e impedir que a un kilómetro de allí reventara la presa de una central eléctrica. O una cosa o la otra. De modo que al final el caniche moría, no había otro remedio, "al caniche que le den por culo", decía juiciosamente Supermán. Pero luego la gente no comprende estas cosas, la gente pide cuentas, y se las pide siempre a quien no es. "Supermán asesina a un caniche" decían los titulares de los periódicos. Y Supermán: "no, no: yo quería impedir que una plaga de orugas procesionarias arrasara Metrópolis." Y la gente.: "¿lo véis? Eso es lo que diría un asesino”.


Experimenta con el relato, fragmentándolo, convirtiéndolo en una simple sucesión de anécdotas (como no) surrealistas. Pero Zapata demuestra que tras esa forma que adora y sincera desde su primer cuento hay además cosas que contar. Nada mejor que el absurdo para resultar más cercano en una (ir)realidad como la presente.


“Desde que es un proscrito, Supermán pasa el día borracho, anda con putas, eructa cuando quiere. Sus amigos le invitan a fiestas espectrales – fiestas con cuñado y barbacoa – y él pone únicamente excusas fútiles.
-No, no puedo. Precisamente el sábado operan a mi hermano.
-Pero si tú no tienes ningún hermano.
-Pues por eso no puedo.
-Ya. “


Y poder construir relatos llenos de ingenio, como Las otras vidas (Filtrando el costumbrismo, la lupa hacia nuestros comportamientos con admirables carcajadas) o en Mientras dicen adiós, un ejemplar relato de soledades compartidas. El lector quedara agradecido ante tanta buena literatura y tanta delicadeza narrativa. Es este un libro perfecto y es este mi más firme candidato a engrosar esa lista, la lista de las cosas que queremos recordar, de este año al mejor libro de autor patrio publicado.


“Toto se aburre en casa. ¿Por qué? Quién sabe. ¡Por qué se aburren las personas! ¿Por falta de imaginación? Él no diría que sea por eso. Toto no cree en las explicaciones fáciles (no cree, en general en ningún tipo de explicación, ni fácil ni difícil) y el hecho crudo es que se aburre. Así de simple.”


Sea como sea lean este libro. Dense un garbeo y descubran, con pesar o con alegría, que ya tienen otro nombre al que estar bien atentos, puesto que este es , esperemos, sólo el primer gran fruto de un (esperemos también) largo Edén literario conocido bajo el nombre de obra.

Plus.: La vida ausente por Miguel Ángel Muñoz / "El valor" de Ángel Zapata / El corazón en armas/ Ángel Zapata no existe / Milagro en viernes.

miércoles, noviembre 01, 2006

"ASESINATO EN LA OSCURIDAD"

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De Margaret Atwood sabía que era candidata al premio Nobel lo que viene a ser un dato insignifcante. Un indiferencia más que se produce al leer un nombre. Y encontré primero El asesino ciego y no me lo llevé (y ahora rectifico, off course) y encontré Asesinato en la oscuridad. Lo abrí y descubrí que nada tenía Atwood de autora policíaca como puede parecer a simple vista.

Y creo que mi completa virginidad de opinión me ha hecho leer de otra forma, como es obvio. Pues nada señores, Atwood ha escrito una pequeña maravilla con sus más y sus menos. Una colección de historias, poemas en prosa y hasta microrrelatos perfectamente hiladas por esa maestra casi vanguardista que es l autora contando algo que para ella es tan sencillo como una historia, o más bien una sensación, una ausencia.

Pero no historias al uso: muchas de ellas tienen en común un pequeño tema subterráneo. Y es el recuerdo, la memoria. Así de simple pero así de complejo. Con pequeños gags inteligentes (y punzantes), con sentencias dolientes, con anécdotas elevadas a lo interesante este librito es delgado pero merece una paciencia proustiana: no por aburrido ni por excesivamente cerebral sino para garantizar su máximo disfrute.

Y aquí les dejó con el magnífico relato Cómics de terror (ideal para un día como hoy).:

"Cuando tenía doce años, mi amiga C y solíamos birlar cómics de terror de los expositores de los drugstores. Por entonces sólo valían diez centavos. Los leíamos durante el camino de casa a la escuela, interpretando los distintos papeles con voces de radio y efectos especiales para demostrar que dominábamos la situación. La sangre era demasiado copiosa y espeluznante, los rostros eran de color verde y morado, los gritos, exagerados. Nos apoyábamos contra el murete de piedra de la parte exterior de la funeraria y nos reíamos tanto que C., cuya madre le decía que jamás utilizara los retretes de la escuela, no fuera a pillar alguna enfermedad no especificada, tenía que cruzar las piernas y suplicarme que parara.

-Es que soy un vampiro de verdad ¿sabes? - le decía yo en tono sosegado mientras caminábamos lamiendo nuestros polos. Ésos si los habíamos pagado.
-No lo eres - decía C. en tono dubitativo.
-Sabes que lo soy - replicaba yo apaciblemente -, pero no tienes que temerme. Eres mi amiga- Bajaba la voz y añadía - : Es que estoy muerta de verdad, ¿sabes?
-Ya basta - decía C.
-¿Basta de qué? - preguntaba yo inicoemente - Sólo te estoy diciendo la verdad.
Eso nos llevaba el tiempo de recorrer las cuatro manzanas entre la funeraria y la gasolinera. Después pasábamos al tema de los chicos.

Era invierno, cuando ya estaba oscuro después de la escuela arrojábamos bolas de nieve por detrás a los mayores, procurando no darles y nos partíamos de risa porque ellos ni siquiera sabían que les estábamos apuntando. Una vez llegamos a darle a alguien, una mujer de mediana edad con un abrigo de piel de rata almizclera. Se volvió y nos miró enfurecida y muy pálida. Huimos corriendo entre culpables carcajadas y nos arrojamos boca arriba sobre un montón denieve a la vuelta de la esquina, sujetándonos la tripa.
-¡Qué cara ha puesto! - exclamamos.
Pero estábamos aterrorizadas. A fin de cuentas, la expresión de su rostro era de odio reconcentrado. Los no muertos habitaban entre nosotros"