martes, febrero 19, 2013

La noche más oscura

Esta magnífica reseña de Ignatiy Vishnevetsky, quizás el mejor crítico joven en activo. La traduzco yo de Mubis ya que ha hecho que reconsidere mis opiniones sobre la película de Bigelow y aprecie su temeridad intelectual. La necesidad del crítico de persuadir y de crear un discurso distinto al dominante.

La mentalidad monitor o los medios para el fin devienen el fin en sí mismo

Por Ignatiy Vishnevetsky 

                                 
                                   No sabemos lo que sabemos
                                  Qué cojones significa eso
                                 Es una tautología

Los protagonistas de La noche más oscura debaten sobre lógica y teoría.  Son bastante menos espías que críticos del espionaje; toman notas copiosas, trafican con DVDS de interrogatorio, y analizan las acciones de sus objetivos en términos de intención y autoría. Todo está fundado en un marco teorético. Todo puede ser intelectualizado. "No lidiamos con la certidumbre", dice un operativo de la CIA, "lidiamos con la probabilidad". 

Lo que emerge es un retrato de la guerra moderna como una tecnocracia elaborada. Tortura, vigilancia y la acción enemiga son todas tratadas como datos, lo que se usa luego para calcular posibilidades. Estas probabilidades forman las bases de las acción del futuro, lo que produce más datos. El ciclo sigue y sigue y sigue.

La nueva película de Kathryn Bigelow tiene mucho en común con otra ambiciosa película estrenada este año por otro gran cineasta americano - The Master de Paul Thomas Anderson. Ambos films lidian con sistemas - la guerra del terror en La Noche Más Oscura, la Causa en The Master - que pretenden superar traumas pasados (el 11S, malos recuerdos) mediante la transformación de lo vivido en objetos abstractos (datos de inteligencia militar, la terapia performativa de la Causa) y que devienen fines en sí mismos. Intencionadamente, ambos sistemas están basados en la desfamiliarización, dehumanización, y la repetición. 

Ambos films están poblados por personajes que son versiones ficcionales de figuras mundiales (no lleva mucho tiempo descubrir que la Jessica de La noche más oscura es Jennifer Lynne Matthews, que Joseph Bradley es Jonathan Banks, y así sucesivamente). Ambos terminan también en notas ambiguas y deliberadamente niegan a sus espectadores sentido alguno de catarsis dramáticas. 

Pero aunque The Master es realmente la más ambiciosa y lograda película en términos cinematográficos, La noche más oscura está bastante más lograda en términos dramáticos; aunque sus imágenes jamás son tan potentes como las de The Master, las usa más concienzudamente. 

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                        Quiero objetivos. Haz tu puto trabajo. Tráeme gente a la que matar
El rostro de Osama Bin Laden no es enseñado en ningún momento de La noche más oscura. George W. Bush y Dick Cheney no son mencionados nunca. El período previo a la invasión de Irak es discutido - como un ejemplo de lógica defectuosa - pero no la invasión en si misma. Afganistan aparece solamente como un territorio ocupado. La victoria de Barack Obama no es mencionada tampoco; aparece solamente como candidato político, vislumbrado brevemente en una televisión.

Desnudada del bagaje extra-textual tan central en la interpretación deGreenwald/Mayer/Maass, a qué se reduce La noche más oscura? Una película sobre un sistema que es creado para vengar un ataque pero cuyo propósito primario deviene la auto-justificación y la auto-perpetuación. 

Para ser un thriller, La noche más oscura es conspicuamente breve en villanos que aparecen en pantalla. El principal objeto de la caza de la película no es en realidad Bin Laden, sino su mensajero Abu Ahmed - otro no-personaje que aparece brevemente solo como una figura conduciendo un coche y como un cadáver (en estas apariciones breves, esta de hecho interpretado por el administrador informático de la producción). Los detenidos, por otra parte, son personajes simpáticos - traumatizados por el abuso, condenados a pasar el resto de sus vidas en prisiones secretas.

La noche más oscura nunca reconoce ningún beneficio en el mundo real ni de la Guerra del Terror ni de la muerte de Bin Laden; uno, de hecho, debería asumir que no hubo ninguno. La escena final de la película, que tiene lugar unas pocas horas antes del anuncio oficial de la muerte de Bin Laden, describe como la protagonista Maya (Jessica Chastain) embarca en un avión transportador de tropas; ella es advertida por un miembro de la tripulación que tienen órdenes de volar adonde ella quiera, pero mientras el primer plano final  persiste en su cara, lo que registramos es una profunda falta de propósitos - un  "¿y ahora qué?" nunca dicho.

Maya empieza la película como una figura fantasmal fija detrás de los salvajes interrogatorios de Dan. Reclutada por la CIA recién salida de la escuela, no tiene amigos verdaderos ni vida interior. Su obsesión por encontrar a Abu Ahmed habla menos de la dedicación o el profesionalismo (el film establece bastantes veces que ella es repudiada por muchos de sus colegas) que por la necesidad de un propósito. Como el Sargento James, el protagonista de The Hurt Locker, ella usa la guerra para llenar un vacío emocional; sin hombre al que cazar, no tiene nada.

Ella es, en otras palabras, un agente perfecto para la Guerra del Terror - o más específicamente, para la versión de la película de la Guerra del Terror. No hay discusión en La noche más oscura acerca de la eficacia de la tortura - pero tampoco charla alguna sobre victoria, juridiscción o justicia. Nadie en la película ni siquiera sugiere capturar y tratar a Bin Laden. 

De lo que los personajes hablan es proceso, probabilidad y el relativo valor de la información. La guerra se convierte en datos, y entonces los datos devienen el objeto de la guerra, suplantando sus objetivos iniciales. Cuando Osama Bin Laden es asesinado en La noche más oscura, su muerte es abrupta y anticlimática. Ninguna carga se aligera. Los NAVY Seals rápidamente lo cargan en una bolsa de cadáveres. Es solamente otro cadáver. Están más interesados en los discos duros de sus computadoras - los datos que permitirán que la Guerra del Terror continúe. 

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                   No hay vergüenza alguna si quieres mirar a través de la pantalla

Una ficción basada en hechos es todavía una ficción. Cuestionar el rigor histórico de las imágenes de La noche más oscura - en lo que Mayer y Mass han basado sus argumentos - pierde lo que esas imágenes realmente retratan  (los argumentos de Greenwald se basan en afirmaciones de la película que van de lo especioso a lo completamente inventado).

El tono de La noche más oscura es el opuesto a un rah-rah-rah patriotero. Es una película siniestra que muestra en primer plano la crueldad de sus personajes; no por nada establece la brutalidad de la tortura antes de establecer su función en la Guerra del Terror, o que detalla como los NAVY Seals que atormentan el recinto de Bin Laden ejecutan a combatientes heridos. 

Los personajes de la película nunca hacen nada que pudiera ser interpretado como heroico; de hecho, lo que siempre es identificado es como - la resuelta Maya, el sádico Dan, el ambicioso Joseph Bradley, la soberbia Jessica -   funcionan como agentes de un sistema vasto, impersonal. También está presente un largo plantel de secundarios (la película muestra más de un centenar de roles hablados) interpretando personajes que no son nunca identificados por su nombre; lo que los identifica, en cambio, es su lugar en la cadena - como informantes, traductores, buscadores, guardias, analistas, especialistas en vigilancia, tomadores de decisiones. La sección de la película que lidia con los NAVY SEALs que eventualmente llevan a cabo la redada en el recinto de Bin Laden empieza con un título en el que se lee "Canarios".

Dentro de la mise en scène de La noche más oscura, los monitores y los vídeos en directo devienen intercambiables con sus sujetos del mundo real. La gente se convierte en puntos luminosos radares de búsqueda, formas vislumbradas a través de los aviones espía, fotografías pegadas en tableros de borrados. Más tarde, en la película, Maya se encuentra en el centro de control Depredador de la CIA, mirando una pantalla del tamaño de una muro; delante de ella está la expresión última de la guerra tecnocrática - el vídeo en directo de un ataque de drones. 

La noche más oscura es la primera de las películas de Bigelow que ha sido rodada en digital, y como muchas de las películas estrenadas este año - especialmente Holy Motors, la primera película de Leos Carax rodada digitalmente - expresa una actitud ambivalente respecto a la digitalización.

La película de Carax termina declarando que "la era de las máquinas visibles ha terminado", la de Bigelow, menos triste, declara implícitamente el fin de la era de la guerra visible. Bin Laden - nunca mostrado directamente en la película y referido en los diálogos con las iniciales de la CIA UBL - es el último enemigo del mundo real y es vencido al ser convertido en información abstracta; su localización no es descubierta, pero deducida. Cuando la CIA decide atacar contra él, no es debido al imperativo moral, sino a la probabilidad calculada. 

1 comentario:

carnet manipulador de alimentos dijo...

Si Carax a veces ha acertado o se ha acercado al blanco, no es desde luego con 'Holy Motors'. ¡¡¡Vaya pedazo de caca pretenciosa!!! Un saludo